Agricultura

Heladas en cultivos (I): Definición y efectos en las plantas

Se acerca el frío y uno de los principales factores climáticos que afectan a los cultivos son las heladas. Dependiendo del momento en el que éstas se produzcan, pueden tener mayor o menor importancia. Aunque existen vegetales que sufren las consecuencias de las bajas temperaturas sin que ésta llegue a 0ºC, cuando hablamos de heladas lo hacemos normalmente de temperaturas por debajo de 0ºC.

Efectos de la helada en el cultivo

Efectos de la helada en el cultivo

Las heladas son frecuentes en el invierno, pero ocurren también en otoño y primavera, conociéndose a las otoñales como heladas tempranas y a las primaverales como heladas tardías. En estas dos estaciones las plantas tienen una gran sensibilidad a los descensos bruscos de temperatura.

En el argot agrícola vamos a oir hablar de dos tipos de heladas: heladas blancas y heladas negras (a las que yo personalmente llamo el más frío de los asesinos, luego diré porqué).

Las heladas blancas ocurren cuando existe una elevada humedad relativa del aire y la bajada de la temperatura hace que se congele la misma sobre la superficie de las plantas y el terreno (la escarcha). Si la temperaura no fuese suficientemente baja como para congelarse hablaríamos de rocío (gotas de agua).

Ejemplo de helada blanca

Ejemplo de helada blanca

Por su parte las heladas negras ocurren cuando la temperatura baja a niveles de congelación atmosférica pero no existe suficiente humedad para la formación de hielo sobre las plantas y el suelo. Cuando se forma escarcha sobre las plantas, esta, por las propiedades del agua, protege las estructuras vegetales de la congelación. Sin embargo cuando la helada es negra y no se forma escarcha, el cultivo no tiene esa capa protectora lo que hace que sufra directamente las consecuencias de la congelación. Se congela el agua de los órganos de la planta, formándose cristales de hielo en su interior matando a la planta que al poco tiempo se pone negra. De ahí el mote que le pongo: un frío asesino que mata desde el interior.

Pero si nos basamos en el origen de las heladas podemos distinguir varios tipos:

    • Heladas de advección: tienen lugar cuando masas de aire frío invaden una región. Suelen ir acompañadas de viento y pueden producir ventiscas y nevadas. Las áreas afectadas son extensas.
    • Heladas de radiación: tienen lugar fundamentalmente en primavera y depende del intercambio de calor entre la capa superficial de la tierra y la atmósfera. Durante el día, la radiación solar calienta la superficie terrestre (tanto el suelo como las plantas ), pero al llegar la noche ocurre lo contrario, la superficie terrestre y las plantas irradian el calor acumulado durante el día a la atmósfera. Además, a esto hay que sumarle el efecto que tienen las diferentes densidades del aire en función de la temperatura. El aire frío (más denso) se concentra en las zonas bajas de la atmósfera provocando las heladas. Sin embargo hay varios factores que pueden afectar a este tipo de heladas. El viento rompe la estratificación del aire, lo mezcla haciéndolo más homogeneo y no permitiendo la formación de bolsas de aire frío en las zonas bajas cercanas al suelo. Las nubes tienen su papel ya que hacen de techo o pantalla que refleja la radiación que emite la tierra impidiendo que el calor “escape” hacia las capas altas de la atmósfera, de ahí que las noches despejadas sean más favorables para las formaciones de heladas de radiación. Otro factor es la cantidad de vegetación. A mayor superficie vegetal mayor es el calentamiento durante el día, pero también mayor es el enfiramiento durante la noche, siendo por este motivo las plantas con  hojas grandes las más sensibles a estas heladas. Y por último el suelo: suelos oscuros retienen mas cantidad de calor por lo que luego pierden más cantidad de calor por la noche. El relieve del suelo también influye, pues determina la dirección e intensidad del flujo de aire frío nocturno. Si el suelo tiene pendiente, el aire frío se depositará en las zonas más bajas por lo que es los fondos de valle y vaguadas es más probable que se produzca una helada de este tipo. Así mismo la humedad del suelo también influye ya que el agua por su alto calor específico, mantiene  más uniforme la temperatura impidiendo la formación de heladas.
    • Heladas de evaporación: ocurren cuando hay una bajada brusca de temperaturas y una elevada humedad relativa en el ambiente. Con estas condiciones se forma rocío o escarcha sobre las plantas. Luego cuando ese rocío tiene que evaporarse necesita una gran cantidad de calor para hacerlo. Ese calor lo roba de las plantas con las que está en contacto y estas pueden sufrir la helada por evaporación.
Rocío sobre una planta

Rocío sobre una planta

¿Cómo afectan las bajas temperaturas a las plantas?

Como consecuencia de las temperaturas bajas, las plantas sufren los siguientes efectos:

    • Reducción de la actividad funcional. Las bajas temperaturas reducen la actividad enzimática, reduciendo la velocidad de los procesos metabólicos lo que produce una reducción de la velocidad de fotosíntesis, respiración, absorción radicular y movimiento del agua y sustancias nutritivas a través de los vasos conductores.
    • Las bajas temperaturas pueden llegar a congelar el agua del interior de las plantas formándose cristales de hielo que además de producir roturas de las membranas celulares y de los tejidos, pueden producir muerte por deshidratacion. Esto es debido a dos factores: 1) el agua está en forma hielo lo que produce además un aumento de concentración de solutos en el interior de las células, y 2) durante la descongelación el contenido de las células se vierte al exterior por los distintos puntos de rotura que produjeron los cristales de hielo, provocando la deshidratación de los tejidos.
    • Desnutrición: al reducirse la actividad fotosintética y aumentar el consumo de las sustancias de reserva.

Por último, los efectos de las heladas sobre las plantas varían dependiendo de la especie (algunas son más sensibles que otras a las bajas temperaturas y a la congelación) y de su estado de desarrollo (los estados fenológicos más vulnerables al frío son la floración y el cuajado de los frutos).

En el próximo artículo hablaré de métodos de protección contra las heladas y procurar que nuestros cultivos las sufran lo menos posible.

Joaquín Herrero
Doctor en Biología
Nací en Palencia y me considero un tipo campechano, inquieto, al que le gustan los nuevos retos. Doctor en Biología Vegetal, licenciado en biología, máster en Biotecnología Vegetal, máster en sistemas de calidad e inocuidad alimentaria, también realicé estudios de Ingeniería agrícola. Mi objetivo es crecer día a día en la investigación sobre el mundo agroalimentario, ser feliz con ello y poder aportar algo bueno a la sociedad.

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