Familia: Betulaceae
El avellano es un pequeño árbol caducifolio, a veces arbusto de hasta 6 m de altura, no tiene un tronco principal si no que se ramifica profúsamente desde la base con corteza lisa de color pardo-grisácea-rojiza. Sus hojas son pecioladas con el margen doblemente aserrado, contorno obovado a redondeado y base acorazonada. Son rugosas al tacto con la nervadura muy bien marcada y acuminadas en el ápice. Son de color verde oscuro por el haz y más pálido por el envés donde conserva algo de pilosidad en la nerviación.
El avellano es una planta monoica con flores masculinas que se agrupan en amentos colgantes en la terminación de las ramas. Las femeninas están agrupadas en la terminación de las ramas, de forma ovoide similares a las yemas, detectables por los estigmas rojizos que les sobresalen. Florece tempranamente en invierno hasta la primavera y sus frutos son las famosas avellanas de color marrón claro, parcialmente cubiertas por un par de brácteas verdosas en la base.
El avellano es amigo de la humedad y prefiere los lugares de umbría y frescos, no soporta las sequías estivales. En la península Ibérica lo podemos encontrar en la mitad norte principalmente. No se encuentra en las Baleares. El avellano es también cultivado por sus frutos.