De Naturaleza

San Glorio, disparate económico y despropósito ambiental.

Como ya publiqué hace unos días, de cumplirse los peores presagios, el oso pardo cantábrico sufrirá su sentencia final en su población oriental.

La Junta de Castilla y León ha cambiado la ley para burlar a los jueces y construir una estación de esquí (no rentable según los estudios) y de gran impacto ambiental que acabaría con el plantígrado.

La comunidad científica MUNDIAL no se explica como esto puede estar ocurriendo, pero la las elecciones se acercan y todo vale con tal de ganar votos entre el pueblo.

Os dejo el link de la Plataforma en Defensa de San Glorio que lucha incansablemente para evitar que el oso pardo desaparezca y que San Glorio siga siendo un paraíso natural.

Desde la Plataforma han creado una recogida de firmas online (tan válidas como las manuales) desde la que podeis dar vuestro apoyo:

http://www.peticionpublica.es/?pi=P2011N6969

Por último quiero compartir con vosotros este manifiesto que desde la Plataforma han publicado en varios medios. Es largo, pero merece la pena. El interés económico de unos pocos no puede prevalecer sobre el Patrimonio Natural de TODOS.

San Glorio, disparate económico y despropósito ambiental

De todos es sabidos que la construcción de una estación de esquí alpino en pleno corazón de dos Espacios naturales en Castilla y León próximos a Cantabria se está convirtiendo aparentemente en objetivo primordial para su gobierno autónomo desde hace unos años,  aludiendo a que tal actividad traería un resurgir socio-económico a una zona rural de montaña que lleva años perdiendo población y tejido productivo a la vez que se mostraría totalmente respetuosa con los valores naturales que atesora esos valles…Pero quizás antes de dar crédito sin más a tal afirmación tenemos que ver la consistencia de los argumentos y de que manera están actuando para cambiar unas Leyes y articular otras  en pro de unos intereses particulares.

Corre el año 2003 en el que ciertos empresarios convencen a los alcaldes de los pueblos para venderles un proyecto que basado en el ladrillo traería mucho dinero a la zona. La dificultad estribaba en que estaban prohibidas las estaciones en la parte palentina. Ni corto ni perezoso el consejero de Medio Ambiente, muy ligado al norte palentino, Carlos F. Carriedo, cambia la normativa mediante un Real Decreto pero sin aportar ninguna justificación ni estudio técnico que lo avale; esto último sucedía en el año 2005. Evidentemente, se redactaron diferentes denuncias que fueron admitidas por el TSJ de Castilla León, que acabó sentenciando  que el cambio era arbitrario y que el Ejecutivo no podía desproteger un Espacio Natural, afirmando a su vez que el bien individual no podía priorizarse frente al bien común. Pero claro, quién gobierna desde hace muchos años en nuestra Comunidad sin alternativa que le haga sombra, acaba por enquistarse y desarrollar una prepotencia y arrogancia típico de los sistemas más autocráticos.

La Administración ha aprendido la lección, a partir de ese momento gestiona todo lo relativo a San Glorio con rango de Ley, ¿finalidad?; evitar que los ciudadanos puedan acudir a los tribunales provocando indefensión. Sucesivas Leyes se aprueban como sacadas del sombrero de un prestidigitador para blindar el proyecto. Ley de cambio de normativa, Ley de Ordenación Territorial y Ley Estación de esquí por Interés Regional…sí, sí, leen Uds. bien, una estación de esquí es tan importante como las Leyes de Educación, de Sanidad,  de lo social, leyes que se articulan para beneficio de los ciudadanos de Castilla y León independientemente de donde se encuentren, leyes de interés general no particular, atendiendo las necesidades de la población y sin discriminar al resto. Esto nos suscita algunas preguntas, ¿Se puede elevar una iniciativa privada de interés particular a rango de Ley? ¿Se puede articular en  una Ley una iniciativa empresarial que ha impuesto como condiciones a la administración la financiación de todas las inversiones iniciales e incluso la participación en su accionariado? ¿Se puede legislar por Ley una iniciativa de más de 100   millones de euros de inversión para supuesto beneficio de 3.500 personas de Castilla y León que son los que habitan esos valles en detrimento del resto? ¿Las leyes no deben defender el interés general frente al particular?. Por otra parte ¿El resto de ciudadanos de Castilla y León  no tienen derecho a disfrutar de un Espacio Natural bien conservado?. ¿Debe prevalecer una actividad lúdica como es una estación de esquí  frente a un derecho constitucional de disfrute del Medio Ambiente por parte de cualquier ciudadano?

Una de las cosas que más indigna a la gente es el uso de la mentira para conseguir ciertos objetivos; el fracaso económico de este tipo de proyectos está demostrado por pasiva y por activa en todas las  estaciones de esquí en Castilla y León desde hace muchos años; ni San Isidro ni Pajares ni Leitariegos ni La pinilla ni La Covatilla  –esta última apuesta ruinosa desde el principio- han supuesto un revulsivo socioeconómico para sus habitantes, más bien, han provocado y están provocando una escandalosa sangría de fondos públicos para financiar una actividad deficitaria por naturaleza enfocada a la diversión personal y que no tiene justificación estadística por aumento de población o de riqueza.

La oposición a este proyecto desde el punto de vista medioambiental es más evidente todavía; nadie perteneciente al mundo científico y universitario tiene dudas acerca de las consecuencias nefastas que tendría sobre los valores naturales y geológicos del territorio. Si se llevase a cabo el proyecto se estaría cometiendo uno de los crímenes ambientales más aberrantes de la democracia en este país. No solo se estaría condenando al oso a desaparecer en su sector oriental, sino que desaparecerían un gran número de especies, algunas endémicas, que solo sobreviven en la zona más alpina, junto con picos de Europa, de la Cordillera Cantábrica. Contaminación de aguas, alteración de cursos de agua, talas y desbroces masivos, movimientos de tierras, eclosión por doquier de torretas, antenas, canalizaciones de nieve artificial, embalsamientos de aguas, construcción de pistas, carreteras, aparcamientos, construcciones auxiliares, tránsito constante de miles de personas en época invernal, acumulación de basura, desperdicios dispersos…Podríamos seguir contando muchas más afecciones pero para quién no le convenza estas palabras solo tiene que darse un paseo en verano por los alrededores de cualquier estación para percatarse de que la realidad es mucho más punzante que la mera retórica.

Fco. Javier Escudero González

DNI.: 12749978

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