Familia: Compositae
El diente de león es una planta herbácea vivaz muy variable con hojas basales en roseta oblanceoladas con pecíolo a menudo alado, con el margen dividido en lóbulos triangulares y dentados dirigidos hacia la base que asemejan un diente. Posee unos tallos lisos de unos 20 cm de altura que cuando se quiebran segregan un jugo lechoso.
Las flores son todas liguladas, hermafroditas, de color amarillo que se agrupan en capítulos.
El fruto del diente de león son pequeños aquenios de color pardo y con un vilano para su dispersión por el viento.
Florece a principios de la primavera y también del otoño. Es muy común terrenos baldíos, arcenes, herbazales y prados de toda la Península y Baleares.
Las hojas del diente de león suelen usarse en ensaladas. Además posee propiedades medicinales como diurético, laxante, estimulante digestivo, antiulceroso y contra afecciones cutáneas. Pero sin embargo el tallo y raíz son algo tóxicos por la presencia del metabolito secundario llamado: Taraxina, que produce gastroenteritis y trastornos del ritmo cardíaco. Por ello no se recomienda su uso sin la supervisión de un médico.