Familia: Ruscaceae
El rusco es una planta que consiste en un rizoma subterráneo del que surgen tallos aereos de hasta 80 cm de altura que se mantienen verdes todo el año. Posee unos filóclados que asemejan hojas y pueden confundirse con ellas sino se está en preaviso, pero las verdaderas hojas se reducen a pequeñas escamas diminutas. Los filóclados tienen un contorno ovado, acuminadas en el ápice y en ellos nacen las flores. Estas son unisexuales, con cuatro o cinco «pétalos» verdosos-blanquecinos. Las flores masculinas presentan tres estambres soldados y las femeninas tienen un pistilo redondeado. El rusco florece a finales del invierno y sus frutos son bayas redondas de color rojizo.
Esta planta vive en bosques y matorrales sombríos, algo frescos o claros de encinares, pudiéndolo ver en casi toda la Península y Baleares.
El rusco se ha utilizado como diurético, depurativo, antiartítrico y actualmente se utiliza como antihemorroidal y antivaricoso ya que fortalece los capilares sanguíneos. También se pueden consumir sus brotes tiernos de forma similar a los espárragos. No obstante, y como siempre, se desaconseja el uso de plantas medicinales sin supervisión médica.