Familia: Salicaceae
La sarga es un arbusto o pequeño arbolillo caducifolio de hasta 6 m de altura con las ramas largas y flexuosas estando las más jóvenes cubiertas de pelillos. Las hojas son linear-lanceoladas, muy largas con el margen entero o con algún diente en la parte superior. El haz es verde oscuro y el envés blanquecino pubescente. Tienen un pecíolo corto y el nervio central está muy marcado. Las flores se disponen en amentos cilíndricos de pequeño tamaño, muy pelosos con brácteas de color verde amarillentas. Florece pronto, desde febrero hasta primavera y sus frutos son una cápsula ovoide.
La sarga es amiga de la humedad pudiéndose encontrar cerca de los cursos de agua. En la Península Ibérica es frecuente en la zona oriental y en el norte, siendo más rara al oeste y en el sur donde está incluída en el Libro rojo de la flora silvestre amenazada de Andalucía.
Una curiosidad: El ácido salicílico (el precursor de la aspirina) recibe su nombre del género Salix, la denominación latina del sauce de cuya corteza fue aislado por primera vez. Este compuesto se extraía de los sauces y de otras especies de la familia como los chopos (Populus sp.), hasta que en 1890 se logró su síntesis química como ácido acetilsalicílico, la actual aspirina. Este compuesto inhibe la síntesis de prostaglandinas, reduciendo la sensación de dolor. También es antiinflmatorio y antipirético. Pero como siempre recomiendo: el uso de plantas medicinales ha de estar bajo supervisión médica.