Los nombres de las plantas no están puestos en latín al azar. Su significado lleva detrás una historia y una etimología que explican en muchas ocasiones el por qué esa planta es llamada de esa forma.
Con ejemplos es como mejor se ilustra.
Por ejemplo, existen muchas especies con el nombre «sativa«. Sativa significa que se cultiva, a diferencia de lo agreste o silvestre. Es decir, aquellas plantas con el calificativo de «sativa» indica que son plantas que se han cultivado o que se cultivan, como por ejemplo la avena (Avena sativa), el arroz (Oryza sativa), la rúcula (Eruca sativa) o la veza (Vicia sativa).
Los nombres «officinalis» hacen referencia a su uso medicinal, de farmacia o botica. Por ejemplo, la lavanda (Lavandula officinalis), el romero (Rosmarinus officinalis), la valeriana (Valeriana officinalis), la hierba jabonera (Saponaria officinalis) y un largo etcétera.
Por otra parte, los nombre latinos de las plantas hacen referencia al origen de la planta, utiliades o aplicaciones de la misma. Por ejemplo, la granada (Punica granatum). Punica hace referencia a los fenicios (recordemos las guerras Púnicas), los cuales difundieron su cultivo y gracias a ellos los romanos la conocieron. Incluso está presente en la mitología griega. Granatum por su parte hace referencia a los granos de los que está compuesto este fruto.
Otro ejemplo es la gayuba (Arctostaphylos uva-ursi). Arctos es oso en griego, staphyle significa uva. Así mismo Uva-ursi proviene del latín y significa uva de oso. Por lo que el nombre de la gayuba sería Uva de oso uva de oso, pues según parece este fruto era alimento para estos estupendos animales.
Y un sin fin de ejemplos que iremos comentando.
Un saludo.