El nitrógeno forma parte de numerosos compuestos orgánicos de la planta (clorofilas, proteínas…) y es el elemento con mayor incidencia sobre la vegetación y producción.
Debemos prestar una especial atención a los excesos de nitrógeno, ya que pueden provocar daños importantes por ser detonante de numerosas plagas como el pulgón.
Por tanto, un exceso de nitrógeno provocaría:
- Abundante desarrollo vegetativo como hojas grandes de color verde azulado oscuro y gruesas.
- Poca resistencia frente a enfermedades y plagas.
- Disminución de la calidad del fruto
- Pudrición de raíces.
- Madurez retardada.
Además las necesidades de nitrógeno varían según el estado fenólógico de la planta, siendo mayores durante el cuajado de los frutos y en los meses primaverales, y siendo mínima diurante el invierno.
En el caso contrario, deficiencia de nitrógeno, la planta nos avisará con los siguientes síntomas: hojas cloróticas (verde claro o amarillo), las hojas más viejas se ponen amarillas en las puntas, los bordes de las hojas permanecen verdes mientras que la nervadura central se pone amarillenta; reducción del vigor, exceso de caída de flores y frutos.
Fertilizantes ecológicos con alto contenido en nitrógeno y aptos para agricultura ecológica:
Abonos verdes con leguminosas, purín de ortigas, residuos de pescado, guano, gallinaza, purines (siempre que no vengan de explotaciones intensivas), subproductos agrícolas ricos en N.